Sobre la cornisa rocosa donde se localiza Allepuz, el peirón de San Cristóbal marca el inicio del tramo más vistoso de pilones de piedra: más de cien unidades de estas estructuras se agolpan a la orilla del itinerario, declarados Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico. Los pilones jalonan el sendero cada 35-40 metros exactamente. Las lomas rocosas desprovistas de escasa vegetación hacen imaginar en otras épocas de nieve y ventiscas a los viajeros, comerciantes y masoveros con sus caballerías por estos páramos ventoleros.